dilluns, 14 de març del 2011

Optimismo e ilusión

Retomo este blog tras un año de inactividad.

Los que me seguís, sabréis que me he prodigado más por el facebook que por aquí.

El facebook se mueve a ráfagas, con impactos cortos y continuos de mayor o menor intensidad que perduran poco en el tiempo, pero necesito de nuevo un espacio para el desarrollo sosegado de ideas y reflexiones.

Y aquí estoy, con este escrito: Optimismo e Ilusión.

En los tiempos que corren el título puede parecer temerario. Sinceramente creo que es la mejor y única forma de afrontar la difícil situación actual y ganar el futuro.

Los que me conocen saben de mi optimismo. Soy una persona que intenta encontrar una solución a los problemas, no un problema a cada solución. Me gusta rodearme de personas positivas, que no se quejen por todo y de todos .

La negatividad, la mala leche y el cabreo son contagiosos y no tienen vacuna.
O quizás sí: el optimismo y la actitud positiva.

Que nadie espere de este blog insultos, descalificaciones o críticas gratuitas. También se contagian.

Hay dos tipos de personas: las que se quejan si se pone a llover, o las que montan una tienda de paraguas.

Los que me conocen también saben que trabajo desde la ilusión. Sólo concibo el trabajo así, con energía, con fuerza y con implicación. Y siempre con la voluntad de avanzar.

Sólo intentaré contagiar optimismo e ilusión. No sé si lo conseguiré.
No entraré al trapo de las provocaciones. Mis detractores son inasequibles al desaliento, pero no tanto como yo.

Y es que en el fondo, sólo concibo estar al frente de la gestión de mi pueblo si mantengo la ilusión por un futuro mejor.

Aquí os dejo un fragmento de una conferencia de Emilio Duró que habla sobre ese tema.