dilluns, 2 de novembre del 2009

La Escalera

Sólo entenderéis este escrito si antes habeis leído el blog ‘Artículos en oferta’ de Raúl López, compañero de partido y del ayuntamiento.

El artículo se titula Y TÚ... ¿DE QUÉ LADO ERES?.

Es cierto lo que dice. En el mundo han existido y existen muros que avergüenzan. En Berlín, en el Sáhara, en Rio de Janeiro, .... Unos para defender territorios. Otros para defender fortunas.

La gran mayoría para defender territorios y fortunas.

Pero bajo mi punto de vista, existen muros aún más peligrosos. Son invisibles. Ahí están pero no se tocan ni se ven. Precisamente por eso son más peligrosos. Precisamente por eso es más difícil derrumbarlos o sobrepasarlos.

Nacemos en un lado o en el otro de esos muros, hecho que condiciona las oportunidades que nos brindará la vida.

Son muros construidos a partir de los ceros de la cuenta corriente. Son los muros de la alta o baja cuna.

Entre Pedralbes y Can Tunis o entre el Pozo del Tio Raimundo y la Moraleja no existe ninguna muralla visible.

¿Entre estos mundos existen muros invisibles?. No es necesario ni contestar.

Nacer en un lado u otro te sitúa en un punto de partida diferente y desigual. Entonces, ¿Cómo vencer esos muros invisibles?.

Derrumbarlos, léase la revolución, es tarea compleja, - la historia de la humanidad así lo demuestra-. Las tesis marxistas-leninistas y el reparto igualitario de la riqueza, se ha demostrado cómo un modelo que tampoco funciona.

Algunos confían en superar el muro con una catapulta. Léase entrar en gran hermano, tener un hijo futbolista o que te toque la primitiva.

Otros, lamentablemente recurren, desde lo público y desde lo privado, a maniobras oscuras, sucias y deplorables. Ya me entendéis, bastante se habla en estos días. Estos, a la cárcel.

Yo por mi parte, lo tengo meridianamente claro. Esos muros se deben vencer desde la base, con esfuerzo, poco a poco y con una estructura sólida. Lo más sólida posible. Paso a paso, peldaño a peldaño.

Para ello es fundamental la capacitación de las personas desde la educación, desde la formación profesional y universitaria, desde la cultura y desde la transmisión de valores y, por supuesto también, desde el desarrollo económico de nuestro pueblo.

Un desarrollo económico necesario. Un desarrollo económico positivo si busca la mejora de la calidad de vida y la cohesión social.

Debemos construir esa escalera que permita subirla en el futuro. A todos, o al menos aquellos que lo quieran intentar.

El trabajo es inmediato y silencioso. El resultado será a largo plazo, y también silencioso.

Pero el silencio no debe ocultar que el objetivo merece la pena: ofrecer las máximas oportunidades para todos en las mejores condiciones de igualdad.

Y a partir de ahí, que el número de peldaños subidos (llamarlo si queréis el éxito personal) dependa de la capacidad y del esfuerzo de cada uno.

PD. No podré conseguir que todo el mundo mejore. Por eso no lo intento. Mi esfuerzo lo dedico a que todo el mundo tenga las máximas oportunidades de mejorar.